viernes, 13 de marzo de 2015

Al primer 3D Printshow de Madrid le faltó el alma Maker


Ayer se inauguró en Madrid el evento de referencia mundial en impresión 3D o fabricación aditiva, el 3D Printshow.  La Feria, que concluye hoy, se celebró en la imponente Galería de Cristal de la sede del Ayuntamiento de Madrid, pero ni la luz ni los rayos de sol que se colaban por los cristales fueron suficientes para caldear el ambiente de una Feria pensada de espaldas al universo Maker. 
   
Resulta extraño que a la organizadora del evento, Kerry Hogarth, se le pasara por alto incluir en la agenda a la comunidad Maker, una minoría silenciosa con alma friki, que gracias al lenguaje de los nuevos códigos abiertos, ha logrado acercar esta nueva tecnología al ámbito de la educación y de lo cotidiano. De hecho, la multinacional de la impresión 3D, la americana-israelí, Stratasys, principal patrocinadora de la feria, se vio obligada a seducir con un montón de dólares al maker de los maker, Bre Petis, para hacerse con su Makerbot y el catálogo de Thingverse. Esto sucedió hace un par de años.  Hoy, el cortejo a Petis costaría mucho menos.

       

Aunque en esta primera cita del 3D Printshow no faltaron grandes nombres del panorama internacional, como el de la citada Stratasys, o el de Ultimaker, si faltaron otros muchos. Sobre todo, si lo comparamos con ediciones celebradas en otros lugares del mundo.  Según recoge la propia web del 3D Printshow, en la feria de Madrid participaron 37 expositores, frente a los 99 que se citaron el año pasado en Londres.
Precisamente, la capital del Támesis volverá a acoger la próxima edición del 3D Printshow  entre los días 21 y 23 de mayo. Antes habrá recalado en Berlín y Nueva York. La agenda de Londres sí dedica una tarde entera a los makers, a los que en el programa se les califica como verdaderos artífices de la popularización de esta nueva tecnología. 


Como era de esperar, esta primera edición del 3D Printshow  en Madrid,  contó con los principales protagonistas de la impresión 3D en España. Entre otros, estuvieron Bq, Sicnova, Ultra-Lab, Turtle, Hacedores, Recreus, RepRapBcn o León 3D. Todas las firmas llevaron algo nuevo a la Feria. Bq, mostró a Ciclop, su escáner 3D. Diseñado en código abierto, estará en el mercado en un par de meses y costará alrededor de 300 euros. Sicnova, presentó una impresora de gran tamaño para uso industrial, capaz de imprimir piezas de hasta un metro. La zaragozana Turtle nos descubrió la primera impresora 3D auto plegable del mundo y León 3D mostró su kit de impresoras 3d educativas para montar en dos horas.

Una de las grandes atracciones de la feria fue la impresora By Flow,  que lo mismo imprime comida que figuras de plástico. Se transporta en un pequeño maletín blanco, que juega a parecerse a un iPad, y fue creada en el Fab Lab de Maastrich por el joven Floris Hoff. Costará alrededor de 2.000 euros y empezará a comercializarse dentro de dos meses.

La obra del artista belga Nick Evinck también concentró la mirada de muchos curiosos que se acercaron para hablar con él y descubrir los secretos de sus obras impresas con la tecnología de Stratasys. 

martes, 10 de marzo de 2015

Sicnova te imprime un novio en el 3D Printshow


Madrid. Sicnova, la empresa jiennense que hace unos días sorprendió al mundo clonando a todos los vecinos del pueblo de Torrequebradilla, llevará a la primera edición española del 3D Printshow el escáner 3D que digitaliza personas en tan solo quince segundos, pulsando un botón. Ángel Llavero, fundador y director de Sicnova, explica que el escáner ha sido desarrollado y fabricado íntegramente en España por un equipo de ingenieros de Ciudad Real, Valencia y Jaén, que es donde se encuentra la planta de producción.
CloneScan3D, presente en el mercado desde hace dos meses y medio, ya se comercializa en Portugal, Libia, México, Colombia Italia y Alemania. Su precio ronda los 30.000 euros y ya se han vendido más de 50 unidades. El escáner, según Llavero, tiene infinidad de posibilidades y aplicaciones en la industria de los videojuegos, la moda, la joyería o en la del cine. De hecho, algunos productores ya se han interesado por la posibilidad de utilizarlo para clonar a los extras que aparecen en las películas.
Sicnova, como otras tantas empresas españolas tecnológicas vinculadas a los sectores de la robótica y la impresión 3D, cuenta en su organigrama con nombres forjados en la Comunidad Clone Wars. Como el del zaragozano Pablo Murillo, creador de Arduteka, la plataforma para el fomento de la investigación y divulgación del hardware libre y la impresión 3D. Murillo, que hoy ocupa el área de Formación de Sicnova, es una de las personas claves en el área de I+D de la compañía. En la actualidad, Arduteka forma parte del proyecto TR3Deland, una red de tiendas destinada a ofrecer servicios vinculados con la tecnología 3D al consumidor final. Hoy, todo el conocimiento de Arduteka se encuentra disponible en TR3Deland. Murillo está considerado como uno de los principales instigadores del ecosistema maker y de código abierto que se respira en la capital maña. Una consecuencia de este espíritu abierto y colaborativo es eTopia, el centro de arte y tecnología donde se “realizan las dinámicas de innovación abierta del Open Urban Lab”  y otras muchas actividades vinculadas con el internet de las cosas y las máquinas inteligentes. La primera feria de impresión 3D en España fue la Zaragoza Maker Show, que se celebró en 2013. La edición del año pasado congregó a más de 2.000 personas.
Pablo Murillo subraya que la comunidad Clone Wars le ha posicionado como profesional de la tecnología 3D y le ha permitido otear nuevos horizontes laborales. Murillo, que cuenta en su haber con más de 50 impresoras hechas con sus propias manos, se enteró de la existencia de Clone Wars a través de David Cuartielles, también zaragozano como él y co creador de las placas de Arduino, el hardware libre por excelencia y con el que los makers de medio mundo fabrican sueños abiertos para pulir errores y tocar la perfección de los versos de Mario Benedetti.
La comunidad Clone Wars fue creada en 2011 por Juan González Gómez, el inventor de los robots imprimibles. Conocido como Obijuan, hoy es el director de robótica e impresión 3D en Bq, una de las tecnológicas españolas más jóvenes y con más renombre dentro y fuera de nuestras fronteras.
Esta comunidad, integrada por casi 4.000 personas, se dedica a documentar, compartir y ayudar a otras personas a fabricar impresoras 3D. Clone Wars está integrada en la comunidad mundial RepRap, que constituyó en 2004  el ingeniero y profesor de la Universidad de Bath, Adrian Bowyer, con el fin de fabricar impresoras capaces de replicarse a sí mismas. Arduino, el alma de esta comunidad, se creó en 2005.
Sicnova, la empresa donde Murillo aterrizó exhibiendo su curriculum de maker, cuenta con la primera red de tiendas físicas de tecnología 3D. Podría decirse que esta empresa jiennense salió de la parrilla de Tele 5. Todo empezó hace casi nueve años, cuando un amigo de Ángel Llavero le comentó que acababa de ver en un capítulo de CSI Nueva York una máquina que fabricaba cosas. “Anda, mira ver si se te ocurre algo”, le dijo. Al día siguiente, Llavero, licenciado en Derecho y ADE, localizó en Estados Unidos a la empresa que producía las máquinas. A las dos semanas y tras pasar unas duras condiciones económicas, se convirtió en el distribuidor en España. Las vendía  a 59.000 euros y sus primeros clientes fueron una fábrica de muebles de Sevilla y una inmobiliaria de Barcelona. En pleno boom del ladrillo, las maquetas en tres dimensiones suponían un excelente reclamo para la captación de clientes. Hoy, Llavero y Javier Morales, el amigo que veía CSI, son compañeros en Sicnova.
En el 3D Printshow, el evento de referencia mundial en esta tecnología, que se celebrará en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles el jueves y viernes de la próxima semana, participan también empresas con menor músculo empresarial, pero con las mismas ganas de innovar, crecer, aprender y sorprender. Es el caso de  León3D, igualmente vinculada al universo Clone Wars y, como su propio nombre indica, radicada en la capital leonesa. Su CEO, José Ángel Castaño, explica que la fundó junto a Jesús Siero hace menos de tres años. Esta empresa presentará en el 3D Printshow un kit totalmente revolucionario para  montar una propia impresora en menos de cinco horas.
El kit, principalmente destinado al sector educativo, incorpora una electrónica totalmente nueva que, además de hacer que el montaje sea extremadamente sencillo, permitirá imprimir en multitud de materiales. Además, la cama caliente lleva un termostato integrado.
Como Murillo, Castaño se bautizó en la religión maker en la comunidad Clone Wars, donde es conocido con el alias de Jakolete.  “Esta comunidad me lo ha dado todo. Llegué a ella en 2011 a través de los tutoriales de Obijuan”, dice. Hacer su primera impresora le llevó seis meses, porque entonces muchos de los componentes no existían en España y había que pedirlos fuera. La empresa nació de un tuit en el que escribió si alguien quería hacer una impresora y le respondió el que hoy es su socio. “La hicimos apoyándonos en la comunidad y devolvíamos todo lo que íbamos aprendiendo. A partir de ahí, vimos la posibilidad de montar una empresa. Lo primero que sacamos fue un plástico ABS, el único que por entonces se fabricaba en España, pero no resultó bueno. En 2013, leímos un comentario en el foro de Clone Wars que decía que el plástico que se usaba para fijar la base de los objetos que se fabricaban podía sustituirse por la laca que se usa para el pelo. Así que nos pusimos en contacto con un el laboratorio Belloch. Y así fue cómo surgió 3DLAC, única en el mundo”, relata Castaño. En poco más de un año, han vendido más de 12.000 unidades de laca en 15 países, entre los que figuran, Canada y Rusia.        
 El 3DPrintshow de Madrid congregará a los más grandes de la impresión mundial. Nombres como Stratasys, Big Rep o Ultimaker se darán cita en una feria que se anuncia como plenamente interactiva para empresas y consumidores. La intención es hacer llegar a pymes y usuarios las últimas innovaciones y aplicaciones de esta tecnología en sectores punteros como la educación, la arquitectura, la moda, el hogar o el diseño.
La Feria, además de contar con una gran área para los más de cuarenta expositores que ya han confirmado su asistencia, dedicará espacios específicos al arte, donde se exhibirán obras de los artistas más punteros en 3D. También habrá un lugar para mostrar el resultado de la colaboración entre artistas consagrados y empresas punteras en esta tecnología, como la que recientemente pudo verse entre Canogar y Bq en Arco.
Tampoco faltarán los seminarios para principiantes o  los consejos para profesionales, que vendrán de la mano de grandes expertos en la materia. Otro de los grandes temas que se abordará será la integración de la impresión 3D en las cadenas de suministro, con el fin de crear productos más innovadores y atractivos para el gran consumo. La moda, donde este sector está teniendo un papel muy destacado, también estará muy presente. Se podrán ver zapatos, sombreros o vestidos.
Entre los ponentes que contarán al público los cambios que esta tecnología disruptiva puede provocar en el ámbito empresarial y económico se encuentra Adam Jorquera, cofundador junto a Javier Gordillo de Los Hacedores, una escuela madrileña dedicada íntegramente a la divulgación y enseñanza de la fabricación digital mediante impresión 3D.
Jorquera,  que vivió hasta que terminó el bachillerato en Australia, donde sus padres eran inmigrantes, estudio la carrera de Bellas Artes en España y afirma que le gustaría que el Gobierno español copiase al inglés y debatiera en el Parlamento sobre los usos y aplicaciones de esta nueva tecnología.
Jorquera llegó al mundo de la impresión 3D de la mano del arte, donde utilizaba esta tecnología para reproducir volúmenes. Para explicar la escasa penetración de estas maquinas en el ámbito doméstico y empresarial, argumenta que estamos en la era Gutemberg, no en la era Epson. “Cuando se crearon las primeras impresoras de tinta todo el mundo sabía utilizarlas. Sin embargo, cuando se creó la imprenta, apenas un 3% de la población sabía leer y escribir. Ahora nos sucede lo mismo, que tenemos que aprender a leer y escribir en esta nueva tecnología”.
No obstante, Jorquera es optimista y afirma que esta tecnología, como empodera al ciudadano, dentro de no mucho tiempo podremos elegir lo que queremos consumir y fabricarlo nosotros mismos. Los Hacedores imparten talleres y charlas para instituciones como La Casa Encendida, el Museo Thyssen o la Fundación Telefónica y tienen un papel destacado en Mulafest, el festival de tendencias urbanas que desde hace años se celebra en Ifema.
En Mulafest  comparten espacio con algunos de los miembros más veteranos y activos de la comunidad Clone Wars, como es el caso de Juan Manuel Amuedo, conocido como Coleóptero. Este informático, moderador del foro español de Arduino, se ha convertido en el guardián de las esencias de esta comunidad. Como maker y, sobre todo, como padre responsable de la educación de sus hijos, allí donde va reivindica la necesidad de que los niños aprendan, haciendo. Coleóptero considera que el sistema educativo utiliza productos didácticos muy cerrados y aboga por tecnologías mucho más abiertas, “que creen la inquietud en los niños de conocer qué es lo que hay detrás de ellas. Lo importante es que los chavales se sientan usuarios activos, para que puedan criticar y transformar la tecnología”. Como Cuartielles, Amuedo opina que el hardware libre nos ayudará a construir una sociedad mucho más responsable en el uso racional de los recursos.   

Sobre este asunto, el sociólogo Javier Callejo Gallego afirma que “la imagen de consumidor masivo, pasivo y alienado forma más parte de nuestros mitos y nuestra moral, bajo la categoría de consumismo, que de la realidad. Nunca ha existido ese consumidor. Pero ahora, las nuevas tecnologías están poniendo a disposición de la gente unos potentes instrumentos, ya no solo para racionalizar su demanda con mayor información, sino para convertirse en productores y fabricantes de lo que demandan y, a la vez, convertirse en ofertantes de lo que otros cercanos pueden demandar. En esta revolución, las impresoras 3D están en el centro, configurándose en un paso que ya no tiene marcha atrás. Ya no solo nos diferenciaremos socialmente por nuestra capacidad de consumir, a través de un conjunto de estilos de vida conformados por el triángulo grandes fabricantes-grandes distribuidores-publicidad masiva, sino por nuestra capacidad de hacer”.